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Este fruto es muy consumido por los que se encuentran en un régimen de dieta, por las pocas calorías que otorga. Un durazno mediano proporciona unas 50 kcal, mientras que las vitaminas revitalizantes y la fibra saciante, también resultan claves para controlar el peso.
Al ser una fruta fácil de digerir es poco pesada para el estómago, además ayuda al hígado en todos los procesos digestivos, al aumentar la producción de bilis y digestión de las grasas. Igualmente se previenen infecciones gastrointestinales con su consumo.
Esta fruta disminuye el riesgo de sufrir enfermedades crónicas y degenerativas, además de prevenir la aparición de ciertos tipos de cáncer. Eleva las expectativas de vida. Incluso al ser los duraznos ricos en compuestos fenólicos y carotenos, ayudan a combatir tumores como los del cáncer de mamas y de colón.
La presencia de fibra soluble e insoluble estimula el movimiento intestinal y evita el estreñimiento, termina siendo un laxante suave y efectivo. Es importante estar enterado que la fibra es importante para una dieta óptima.
Los nutriólogos aconsejan a las mujeres embarazadas que consuman uvas rojas en los primeros meses de embarazo, esto favorece la división celular y la correcta gestación del embrión en esas primeras semanas.
Sus componentes como antocianos, taninos y flavonoides, son ideales para cuidar de nuestro corazón. Su acción vasodilatadora evita que se acumulen sedimentos en nuestras arterias, evitando problemas como la arterioesclerosis.
La uva roja tiene fuertes propiedades anti-virales, anti-bacterianas y es una excelente limpiadora para nuestra sangre y órganos.
En especial hierro y potasio. Gracias a esto, pueden reconstruirse muchos tejidos de nuestro organismo, mejorando el funcionamiento del corazón y estimulando la producción de células rojas que ayudan a la circulación del oxígeno en el cuerpo.